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¿Elecciones sin opciones?
Editorial del Buenos Aires Herald
VERSIÓN ESPAÑOL El domingo que viene la ciudad tendrá elecciones para jefe de gobierno, y para llenar bancas de legisladores en todos los niveles. La carrera por la intendencia se ha nacionalizado al igual que pola-rizado: y esto último, entre los que muchos considerarían lo peor del sector público contra lo peor del sector privado. Que el debate de mitad de semana entre los cuatro principales candidatos a intendente capitalino haya servido o no para galvanizar la elección, queda entonces por verse, mas la contienda sigue estando tan reñida como siempre. Hay carreras muy parejas en tres diferentes niveles: a la cabeza van el centroizquierdista y actual jefe de gobierno de la ciudad, Aníbal Ibarra, y el empresario Mauricio Macri, con alrededor de un tercio de los votos cada uno; la candidata centroderechista Patricia Bullrich y el izquierdista Luis Zamora bordeando el diez por ciento para arriba o para abajo; mientras que el radical Cristian Caram y la candidata de Izquierda Unida, Vilma Ripoll, pujan por igual por el quinto lugar con alrededor del uno por ciento, amén de varios otros candidatos aun menores. Hasta ahora, la mayor señal de que se han nacionalizado las elecciones ha estado en la cada vez más clara identificación del presidente Néstor Kirchner con la causa de Ibarra (aun cuando el ministro de Justicia Gustavo Beliz — un ex candidato — tenga 12 causas pendientes contra el jefe de gobierno), ya que otros efectos de transferencia de las elecciones presidenciales del 27 de abril son más difíciles de detectar. Bullrich se muestra extrañamente reacia a jugar la carta del "bulldog," teniendo en cuenta que el líder de su partido, Ricardo López Murphy, ganó en el distrito capitalino en abril pasado; Elisa Carrió no hace ningún visible aporte a la campaña de Ibarra que explícitamente apoya; en tanto que Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá brillan aun más por su ausencia. Entre los favoritos, Ibarra hace hincapié en la ideología y Macri en la eficiencia apuntando al historial de su rival, lo cual Ibarra achaca a la crisis nacional. Tal vez sea ese historial variopinto lo que hace que el actual intendente hable en forma alternada de un "nuevo Ibarra" y de su experiencia, mas los potenciales conflictos de interés de Macri también lo hacen vulnerable. Con el delito como centro de su plataforma, Macri promete un 15 por ciento de recortes fiscales a ser financiados despi-diendo a los "ñoquis" de la Municipalidad, mientras sus críticos aducen que el pago total de impuestos por los intereses del magnate tendría el mismo efecto. La contienda por la intendencia bien podría polarizarse aun mas durante esta semana final, pero la atención no debería estar monopolizada por estos dos hombres: no sólo hay otros candidatos, sino también una legislatura que necesita urgente reforma electoral, y una administración municipal que requiere descentralización. Go to top Back to editorial
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