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Ventajas del voto electrónico
Por Florencio A. Randazzo. Para La Nacion.
En una Argentina empeñada en dejar atrás los oscuros períodos de zozobra institucional, la consolidación de los procedimientos democráticos aparece como un desafío vital, junto con la recuperación económica y la definición de nuevos criterios de equidad. El voto, como se sabe, es una manifestación insoslayable de la democracia. Por habérsenos cercenado ese derecho en reiteradas oportunidades, los argentinos tenemos marcada a fuego su importancia en la construcción de una sociedad mejor. En este año electoral, el país comienza a emerger ordenadamente de una transición que puede mostrar como activo calificado la preservación del andamiaje institucional necesario para recuperar protagonismo como nación. Si votar es vital, cómo votar no lo es menos. La innovación tecnológica nos permite hoy acceder a un sistema moderno, seguro, eficiente y ágil para emitir el sufragio. Se trata del voto electrónico, un mecanismo que, si la Legislatura lo aprueba, se pondrá en marcha en la provincia de Buenos Aires el 14 de septiembre, cuando se elijan gobernador, legisladores, intendentes y concejales. Bajo costo y seguridad El voto electrónico representa un cambio formidable y alentador. Pero, como todo cambio, es lógico que despierte dudas o resistencias iniciales. ¿Acaso no las hubo cuando las máquinas de escribir dejaron paso a las computadoras personales? Los temores desaparecerán rápidamente, una vez que se difundan las ventajas de este nuevo sistema, que se ha probado exitoso en otros países. Funciona en forma muy simple: el votante presenta su documento; el presidente de mesa digita el número en la microterminal; si es correcto, la urna electrónica es habilitada para recibir el voto; el elector ingresa en el cuarto oscuro y digita el número de la lista que vota; aparecen así el nombre del partido o alianza, la foto del candidato y otros datos; el elector aprieta la tecla "confirma"; el sistema permite corregir, anular y votar en blanco; el presidente de mesa cierra el proceso. Posteriormente, la urna electrónica totaliza los votos, imprime copias del boletín de urna y graba éste en una flash card . Los datos se encriptan y se graban en un disquete que se envía para un rápido procesamiento de la información. Las ventajas de este mecanismo saltan a la vista. En primer lugar, se destaca su bajo costo. También la transparencia, ya que es imposible asociar el voto con el votante porque el sistema no lleva un registro por elector sino un total por candidato. Como dato adicional, se debe saber que no hay manera de adulterar el sistema para que "redireccione" votos. También se puede apuntar como ventaja relevante la seguridad. El mecanismo funciona sólo el día de las elecciones y deja de operar si se intenta una alteración en sus programas. Está diseñado para evitar fraudes, sabotajes o accidentes. Ya hemos visto la agilidad para sufragar y la velocidad para el recuento de votos. En esa dirección, se puede asumir como beneficio adicional la movilidad del sistema, porque posibilita que en escenarios geográficos con restricciones los electores emitan los votos desde sus casas, colegios o bibliotecas, aunque ciertamente para estas elecciones se facilitará el acceso a los equipos necesarios. Más y mejor democracia Si la experiencia del voto electrónico fue exitosa en ámbitos tan diferentes como Estados Unidos, Brasil, Bosnia y Costa Rica, ¿qué nos detiene para incorporar esta novedad a nuestros procedimientos electorales? Los avances tecnológicos no deben asustar ni generar prevenciones. Deben ser estimulados calurosamente porque tienden a mejorar la calidad de vida de las poblaciones que saben aprovecharlos. El voto electrónico es una innovación, pero su relevancia no se limita al mero salto tecnológico. Encierra, además, el germen de una profunda renovación de las prácticas políticas. Votar será más simple y, entonces, se podrá votar más. La democracia incorporará nuevos canales de participación y la sociedad podrá opinar con mayor habitualidad, más allá de la elección de candidatos. Preparémonos para el cambio. Tendremos más y mejor democracia. El autor es jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires.
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