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Noticia

Nosotros, los ciudadanos
Por Lucrecia Lacroze, Alejandro Madero y Juan Rago. Para La Nación.

  Fecha: 04/12/2003

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LA Argentina padece desde hace años una profunda crisis de representatividad que fue alejando a la ciudadanía de su clase dirigente. Esto generó, en diciembre de 2001, un estallido social sin precedente, que llevó a la caída de un gobierno democráticamente elegido. Diciembre de 2001 refleja la profundidad de la crisis institucional y la gravedad de los problemas de legitimidad, confianza, eficacia, eficiencia, corrupción y clientelismo que hemos experimentado. Diciembre de 2001 marca, entonces, la imperiosa necesidad de llevar adelante una profunda reforma del sistema político argentino, que posibilite mejorar el sistema electoral, los controles del financiamiento, la competencia interna de los partidos, la transparencia de la instituciones, etcétera.

Como bien señala Sergio Berenzstein (profesor de la Universidad Torcuato Di Tella) en un artículo recientemente publicado, no caben dudas de que la reforma política la tienen que hacer los legisladores, como representantes de los ciudadanos. Los ciudadanos podemos impulsar la reforma, cooperar para que se realice, alimentar el debate, contribuir a generar consenso, ayudar a controlar el proceso de instrumentación, pero las reformas son hechas por los propios políticos. Ahora bien: el proceso requiere, además, un importante consenso de los principales referentes de la sociedad. Para alcanzar ese consenso hay que generar mecanismos de diálogo y cooperación entre el Gobierno y la sociedad civil.

A principios de año, un grupo de organizaciones de la sociedad civil empezamos a trabajar en forma conjunta para impulsar una iniciativa que hemos dado en llamar ¡Reforma Política Ya! ( www.reformapoliticaya.org ), con el objetivo de buscar apoyo popular (firmas de adhesión) para impulsar el tratamiento, en el Congreso de la Nación, de un conjunto de propuestas que posibiliten la apertura y democratización del sistema político argentino.

Las propuestas acordadas por la veintena de organizaciones impulsoras pueden resumirse en los siguientes ejes: reformar el sistema electoral (eliminación de las listas sábana; para ello, proponemos tres sistemas alternativos, ninguno de ellos uninominal, con el establecimiento del voto electrónico), reformar el funcionamiento de los partidos políticos, dar transparencia al financiamiento de la política y lograr que la actividad institucional sea más eficiente y transparente.

Cuando comenzamos con el diseño del proyecto ¡Reforma Política Ya! lo hicimos teniendo en consideración varios aspectos:

Que la participación democrática no se agota con la acción de votar. Que la construcción se hace día tras día y que todos debemos intervenir. La participación ciudadana es un punto fundamental en las democracias, y la apoyamos e impulsamos.

Que dada la experiencia el único cambio estructural posible y democrático en nuestro sistema político-institucional sólo puede esperarse por el impulso y el compromiso de la sociedad civil.

Que había que articular una masa crítica de instituciones que dieran el puntapié inicial. No para arrogarse representaciones que no ostentan, sino, simplemente, para apelar al derecho de peticionar que tiene cada habitante considerado individualmente y para darle fuerza a ese derecho.

Que teníamos que identificar propuestas concretas de cambio que apuntaran a la incorporación de nuevos valores, ideas, conductas y personas, definidas por la transparencia del sistema.

Que teníamos que generar apoyo de diversos referentes sociales para que, con el testimonio de sus visiones y convicciones, pudiéramos extender la acción a toda la sociedad civil. De esa manera se pueden generar las condiciones políticas y culturales para que las reformas se produzcan.

Que teníamos que evitar que grupos o individuos sacaran provecho individual en desmedro del esfuerzo y la esperanza de todos.

Que nuestro crecimiento sería directamente proporcional a la reacción que íbamos a generar. Sabíamos que íbamos a encontrar desde "observadores" severos hasta personas que han sabido utilizar un sistema que les ha resultado funcional para sus propios intereses. Ocurriría esto hasta llegar a un "punto de quiebre", en el que la tendencia se revertiría y todos jurarían que estuvieron desde el primer momento...

Iniciamos el camino unas veinte ONG, muchas de ellas con una larga trayectoria en la defensa de los valores y la búsqueda de una democracia mejor y más justa. Decidimos que las claves del cambio eran: acción, transparencia, coherencia y persistencia.

Bienvenido aquel que, desde el presidente de la Nación hasta abajo, luche realmente contra la eliminación de las prácticas clientelísticas y en favor del control sobre el financiamiento de los partidos, el acceso a la información pública, el conocimiento de los antecedentes de los funcionarios y candidatos antes de votarlos, etcétera.

Hace pocas semanas, habiendo conseguido un apoyo sin precedente de diversos sectores de la sociedad, hemos salido a difundir nuestras propuestas y a invitar a que la ciudadanía se adhiriera a la solicitud que les hacemos a nuestros legisladores: que den el debate y que aprueben las leyes necesarias para reformar el sistema político vigente. El apoyo obtenido se basa en la credibilidad que tienen las organizaciones impulsoras. De ese modo se ha encontrado el camino para sumar voluntades en pos de un proyecto trascendente.

Cada uno de nosotros puede ser artífice de un cambio histórico; cada uno de nosotros puede ser un héroe por haber ayudado a construir una Argentina mejor. Estamos convencidos de que es merecido este reconocimiento tan especial (ciertamente, no el único) para quien desafía la cultura de la crítica autosatisfactoria, del no te metás, del hacete amigo del juez , etcétera. Los que impulsamos ¡Reforma Política Ya! luchamos por la construcción de ciudadanía. Desde nuestra posición de ciudadanos comunes nos esforzamos por llevar adelante propuestas de cambio en una sociedad devastada que no cree en su dirigencia. Nosotros, como muchos otros ciudadanos, estamos bregando por un sistema democrático fuerte, alimentado por instituciones fundamentales (partidos políticos) sanas y representativas. ¡Reforma Política Ya! es una propuesta seria, honesta y... perfectible. Los argentinos tenemos una oportunidad de cambio. ¡No la desaprovechemos!

Lacroze, Madero y Rago son, respectivamente, presidentes de la Asociación Conciencia, de Acción Católica Argentina y de Hagamos Algo.


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