|
Una Mujer en la Corte
Editorial del Buenos Aires Herald
El debate acerca de la composición de la tan vilipendiada Corte Suprema ha incluido (una vez más) la seria consideración de una mujer entre sus nueve miembros. Dicho impulso en pos de la igualdad de géneros bordea la posibilidad, pero de ningún modo está cerca de ser real: en la institución judicial se llega muy lentamente al cambio. La idea de una mujer como miembro del más alto tribunal de la nación ha sido alentada durante medio siglo, habitualmente como juego político: tan sólo para ser descartada en el momento de la selección y nombramiento. En el debate desarrollado estos días, y durante los últimos meses, el tema se ha impuesto a raíz del descontento popular y el resentimiento político, y ahora incluso tal vez por una pausa de mediados de primavera, ya que los asuntos nacionales generalmente se toman un largo fin de semana antes de considerar la realidad. De hecho, la inquietud y discusión tienen bases tan amplias que no sería desatinado sugerir que los asuntos del corazón y la carne le han dado a Susana Giménez suficiente experiencia, por no decir exposición, como para convertirla en seria candidata a la Suprema Corte. El sarcasmo surge de la percepción de los ansiosos por desacreditar el nombramiento de una mujer al alto tribunal, mientras elogian a la diva de la TV. Hasta ahora, la idea de poner una mujer en el alto estrado no ha sido más que un cortés guiño en dirección a la igualdad y el reconocimiento de una carrera, pero no una admisión de la capacidad de las candidatas o lo deseable del cambio. Salvo cuando la conveniencia política y la necesidad electoral fueron preponderantes (caso del cupo legislativo), la presión de los pares habitualmente ha hecho que se dejara de lado a las mujeres en la contienda por altos cargos, y la conveniencia política se acomodó a ello. La mención del nombre de una jueza de Mendoza, hace dos años, desató una campaña de desprestigio difícil de superar. Dicho nombre se encuentra ahora entre los mencionados en el fin de semana como candidateables, pero mucho es lo que se ha lesionado a dicha magistrada denigrándola más allá de los límites de la evaluación de su carrera. Si el actual gobierno logra superar a la oposición (que en el poder judicial es real, no un invento) y asegurarse el apoyo del Congreso (difícil, dada la necesidad de proteger el amiguismo y las áreas de influencia), mostraría su intención de introducir el cambio. Dicho nombramiento es tan fundamental como lo son las investigaciones en la jerarquía policial y los cambios en el mando de las fuerzas armadas. Modificar la composición de la Corte Suprema en términos de género le daría a la sociedad una señal de que tales asuntos son importantes para el gobierno y para los necesarios cambios políticos por delante. Go to top Back to editorial
Este servicio de Monitoreo de Medios sobre artículos
de opinión y noticias está orientado a elevar el debate y formar
a la opinión pública acerca de una Reforma Política
de fondo para la Argentina. Los artículos son seleccionados, cargados
en la pagina web y editados a traves del programa
de e-Voluntariado de RPR.
|
|
